sábado, 19 de diciembre de 2015

los amores que se olvidan y a veces vuelven



Salir con él me había hecho pensar que podía salir con cualquiera. Cuando el final ya se acercaba me di cuenta que con el único con el que yo era única era con él.

Demasiado tarde.

Durante muchos meses pensé en las cosas en las que yo me había equivocado. 
Miraba pelis, leía novela o escuchaba canciones y de todo extraía alguna receta para recuperarlo.
Pero lo cierto es que las cosas no se reformulan; no se continúan si los dos no quieren.

De a poco, toda la cultura material que me hablaba de él fue extinguiéndose: se acabó, se rompió, la regalé.
Lo único que me quedaba era una planta preciosa, un potus. La única que crecía en mi patio sin sol.

Me acuerdo el día que la trajo. Yo todavía vivía con mis viejos y él tocó timbre. Se había cortado el pelo, cosa que yo odiaba, pero en compensación traía el potus con ramas más largas que había conseguido en la florería.

Millones de veces, desde que lo tengo en mi casadeyosola pensé en madarle una foto con la leyenda “lo único que sigue creciendo de nuestra pareja” o algo así, pero nunca lo hice.
Por el contrario, la dejé abandonada todo el otoño, todo el invierno y gran parte de la primavera, hasta que se puso horrible.

El lunes la arranqué de cuajo, y sólo dejé vivos unos brotes que me dio pena tirar.
Era lo único que me quedaba de él y lo arranqué de raíz.
Después de tres años de separación, después de un año de no verlo, de no hablarle, esa misma madrugada recibí un mensaje de él.

Recuerdo en esta tranquila noche estival los versos que leí en adolescencia de Bécquer. Comparto con ustedes aquellas palabras:

XLVIII

Como se arranca el hierro de una herida
su amor de las entrañas me arranqué,
¡aunque sentí al hacerlo que la vida
me arrancaba con él!

Del altar que le alcé en el alma mía
la voluntad su imagen arrojó,
y la luz de la fe que en ella ardía
ante el ara desierta se apagó.

Aun para combatir mi firme empeño
viene a mi mente su visión tenaz...
¡Cuándo podré dormir con ese sueño
en que acaba el soñar! 

Gustavo Adolfo Bécquer







sábado, 17 de octubre de 2015

la vida, ese paréntesis (como decía benedetti)





escucho a una vecina que dice "ya es de noche"
me lo imaginaba, pero excepto por el reloj, no me resultaba evidente.
son las 19:23 de un sábado peronista.
salí trece minutos afuera, el resto lo pasé adentro y eso, que me avisaron que el día estaba lindo.

escucho a un vecino que le dice a mi vecina "feliz día mañana"
es el día de la madre.
día que no me toca, pero toca a mi mamá, a mis hermanas y a mis amigas.

la suerte de que no se corte la luz, 
la alegría de tener un libro y estar terminando de ver una peli.
Saberse como en casa en casa y no bajo un simple techo.
esos son mis logros.

fumar, tomar mate, bañarme; esa cotidianidad exquisita
que no me falta en casa ni en ningún lugar del mundo.

haber perdido la esperanza de que me esperen con la casa calentita,
y de que me despierten cantando.
esas serían mis pérdidas del año.

hoy pinté una mesa.
mañana festejo el día de la madre.

y la vida pasa, las canas aumentan, el gatito crece.
y la vida pasa; la estiramos.

lunes, 23 de marzo de 2015

Retomando
retomando ideas, planes, sueños
retomando el vaso de cerveza que dejé en la mesa
como dejé en la mesa un mes que pasó sin que me diese cuenta
retomando abrigos, porque llegó el invierno
y retomando cautelas que hay que tener para no ponerse vieja
para no repatear la piedra que me hizo tropezar más de dos veces
retomando eso, que al retomarlo no va ser igual que al tomarlo
retomando la costumbre de salir de viaje
retomando y repensando y requejándome otra vez
retomando el tres y siguiendo para adelante.








domingo, 14 de diciembre de 2014

todo el tiempo que perdemos en giladas para no sentirnos solos



hubo una época en la que nos encontrábamos para hablar o para vernos.
a veces, las cosas venían mediadas por largas o cortas conversaciones de teléfono.
algunos románticos solían usar correspondencia epistolar; muchas veces solo en la época de navidad.
mis primeras relaciones con las personas fueron así.

la soledad era algo real. la soledad era algo que uno podía llegar a odiar.
la soledad era un lugar no muy agradable del que podía resultar algo interesante.

después llegó internet. los chats, los mails
el celular y los mensajes de texto.
parecía que las relaciones con amigos, familiares y pareja se dinamizaban: se hacían más cotidianas y las distancias más cortas.
aprecieron algunos programas como fotolog, flirk, blogs que nos hicieron pensar que las relaciones excedían el mero ámbito de los "conocidos".
otros, no importaba quienes, participaban de una parte acotada de lo pensamos o de los vivimos.
sin embargo para formar parte de este tipo de sitios se requería de una computadora y de cierto tiempo para escribir, subir fotos o lo que fuera.

creo que lo que pasa ahora es otra cosa.
hace un tiempo una compañera, en ese momento recientemente re-bienvenida a la soltería se compró un smart phone y me dijo en tono de chiste "nunca más voy a estar sola"
me reí.

pasado bastante tiempo, yo también tuve mi smart phone y entendí que lo que parecía un chiste era real.
facebook, instagram, wp, twitter, el mail, los sms, las llamadas configuran un mundo virtual en el cual siempre hay algo para ver o para enterarse.

hace años no veo a contactos míos de facebook de los que no interesan sus vidas en absoluto y, sin embargo se que comen, a  dónde van de vacaciones, qué posición política tienen.
se cuando el abuelo está internado y se tomaron para embriarse el sábado a la noche.

se un montón de cosas que dudo que me interesen o que sirvan para algo.
invierto un montón de tiempo en relaciones no reales, en conocimientos absurdos.

y... además... se todo esto no ayuda a la vida sentimental de nadie.

what´s up: " what´s up" - un artículo de otro blog que recomiendo leer

miércoles, 24 de septiembre de 2014

los treinta

durante mucho tiempo temí, de una manera inconsciente, que llegaran los treinta.

terminar una década maravillosa y fundacional /los 20/ para empezar otra en la que /se supone/ uno tiene las cuestiones fundamentales para el resto de la vida, resueltas.

cuando llegaron, llegaron sin depresión de por medio, sin miedo a "vestir santos" y sin "desesperación por no tener hijos".

a diferencia de esos temores. hoy, a los 30 y un mes puedo decir que algunas cosas se aprenden cuando uno llega a los treinta, a saber:

estoy segura de lo que se y no me avergüenza lo que no se
no voy a lugares donde no soy bienvenida y no hago esfuerzos  por ser aceptada
quiero estar con las personas que no me hacen renunciar a lo que soy para quererme y, aunque cada tanto la gente querida resulta decepcionante, aprendí que el paso del tiempo nos hace entender todo y muchas veces nos da la razón.

me da asco pensarme repitiendo lo que dicen otros, solo porque no me animo a decir lo que pienso.
aprendí que nadie es tan bueno, nadie es tan inteligente, perfecto o lindo.

que se pueden tener convicciones y no por eso tener que gritarlas.
que hay que elegir donde hacerlo, qué batallas dar.
que hay gente con la que ni vale la pena gastar pólvora.
que las cosas que dan sentido no son fáciles de adquirir y a veces eso es también lo que les da sentido.

que mi tiempo vale, pero no me desespero ni preocupo si ya estoy llegando tarde, si tengo que esperar treinta minutos el tren.
finalmente siempre estamos llegando tarde y que con las cosas que no están en mi control no tengo que angustiarme.

aprendí que sólo puedo estar en pareja si estoy profundamente enamorada porque soy muy feliz sola y no nací para estar con alguien solo para pasar el rato.

se que todo lo que digo se basa en mi experiencia y por lo tanto está sujeto a cambios.
se que no hay "una" manera de vivir, que no todos nacimos para lo mismo y que no estoy obligada a querer lo que otros quieren o creen querer.

que la sujeción a mandatos es un trayecto certero a la infelicidad mayúscula

que no quiero vivir sin jugarme por nada, sin elegir nada, sin decir nada
que es vital para mi buscarle un sentido a las cosas, incluso cuando es una búsqueda inútil y una batalla perdida.

también aprendí, lo que dice este video:

cualca - a los 30





domingo, 11 de mayo de 2014

Bayer actor



lo había visto en conferencias, había leído libros y artículos de él y sobre él.
había visto y leído entrevistas y me había parecido siempre un viejo hermoso.

nunca lo había visto en el teatro, en el medio de una obra de teatro que, como no podía ser de otra manera era sobre la patagonia trágica.

en este caso sobre un evento preciso de la patagonia trágica; sobre las putas de San Julián que se negaron a atender a los asesinos de los peones rurales de la patagonia en 1922.

no es mi intención hablar sobre el episodio en sí. faltan los adjetivos para expresar la admiración por esas cinco mujeres, únicas voces que llamaron asesinos a los que otros llamaban soldados al servicio de la patria, que Bayer rescató del olvido y, que nunca está demás recordar: Consuelo García, Angela Fortunato, Amalia Rodríguez, María Juliache y Maud Foster.

pero de la obra de teatro nos emociona también otra cosa, tal vez menos abordada en la obra de Bayer, que es él mismo.

la historia de las mujeres en la obra se ve atravesada por la investigación e historia personal de un Bayer joven, un Bayer adulto y un Bayer real.

un Bayer que conmueve con solo aparecer en la escena, porque es la personificación de todos los valores nobles a los que podemos aspirar como seres humanos.

un hombre con convicciones puestas en práctica, puestas en hechos.

un intelectual con todo el peso de la palabra. de esos que se involucran con la vida y ponen al servicio de la sociedad sus armas, sus ideas y su vida.

un Bayer que emociona al encontrarse con su fallecida madre, que le dice que está orgullosa de él y a la que él responde que extraña.

que convence hasta a la muerte de que no lo lleve, que tiene muchas cosas por hacer, que tiene ganas de vivir.
un Bayer que hasta se atreve a interpelar, acusar y juzgar a la muerte por los militantes muertos por el terrorismo de Estado argentino.

y uno... se siente tan poca cosa al verlo. uno se siente tan poco reflejo de todas las convicciones elogiables de Bayer.





es un referente, uno de esos pocos intachables que abraza todas las causas válidas y, que sin dejar de reconocer y celebrar las mejoras ocurridas en el país, no deja de denunciar todas las cosas que quedan por hacer; nos dice que no nos podemos quedar nunca en un sillón de comodidad y conformidad sino que hay que seguir luchando y trabajando todos los días por la defensa de los derechos humanos, por las necesidades de los más abandonados, porque no haya represiones a los movimientos populares, por no dejarnos engañar por el poder polítco, porque la democracia y los derechos se persiguen, se defienden y se construyen con la lucha de todos los días.

y nos enseña con su vida, que nada de esto es fácil, sino que puede costar la vida, 8 años de exilio, ver los libros de uno quemados, prohibidos, ver a los amigos muertos o desaparecidos, y la soledad... ese inevitable estado temporal de quienes abrazan sus ideas y no negocian los derechos.

es, sin duda, uno de los imprescindibles de los que hablaba Becht.

Gracias Osvaldo.