miércoles, 2 de junio de 2010

una .... intermedia .... realidad




Blas Pascal fue un filósofo del siglo XVII que, como toda la gente de la que nos llegan datos por ese siglo, además de filósofo era matemático, físico y francés (la gente de esa época si que aprovechaba el tiempo)

Hay una frase del amigo Blas que me parece sumamente genial y, a la vez sumamente triste:

"Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber."

Y también:

"¿Qué es el hombre dentro de la naturaleza? Nada con respecto al infinito. Todo con respecto a la nada. Un intermedio entra la nada y el todo."

Es la síntesis perfecta de lo que somos: animales – racionales; a la vez que somos individuos, somos seres sociales.
Oscilamos entre la grandeza y la miseria, entre la búsqueda de saber y el escepticismo.

Lo peor, es que esto es lo que más detestamos(al menos, Pascal y yo): ser una contradicción, ser intermedios que aspiran a ser absolutos.


Anoche me di cuenta de algo terrible. Terrible solamente para mí que, para variar soy la convivo conmigo misma todo el día, y la tarde, y la noche-
En el medio de la noche me desperté con una revelación. Supongo que fue producto de algún sueño que no recuerdo ni en parte.
Me di cuenta que no tengo personaje.
Que para algunos soy una cosa, para otros otra; pero que no puedo definirme como nada.
Que no tengo valor más que para ser novia y, siempre que eso genere un moderado placer.
Me recibí hace un poco más de una semana, pero detesto que me feliciten por eso, porque tras esa felicitación sigue la pregunta de qué es lo que quiero, lo que voy a hacer ahora.
Parece fácil, ahora voy a hacer lo que me gusta. Pero después de convencerme de la triste verdad, de que no tengo personaje, la verdad es que no se que voy a hacer.

Pasa antes, pasa después, pero es bueno que pase.

Este intermedio es lo que más odio, como bien acertó Pascal.

Me despido con un poema de Rubén Darío, poeta nicaragüense, representante del movimiento modernista literario de la lengua española, que vivió entre fines del siglo XIX hasta principios del XX (éste solo tiene título de poeta … jajaa.)

Siguiendo la temática que inspiró la creación de este blog, traté de plasmar pensamientos similares en momentos temporales distintos, en geografías y personas totalmente disímiles, para mostrar, como dije al abrir el blog, que “No escribimos desde el suelo, hablamos desde el techo.
Un techo edificado por cientos de pensadores, poetas, científicos, literatos, humoristas, pintores, músicos…que tras ver o escuchar algo sentimos un momento de comunión con ese otro que no conocemos, que no nos conoce, que escribió hace siglos, que compuso desde lugares de los que no podemos ni pronunciar el nombre, que vive dentro de una cultura diferente, pero que nos contruyó un cachito de techo por el que hoy caminamos y al que de vez en cuando hacemos una ampliación.”



LO FATAL


Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,

y más la piedra dura porque ésa ya no siente,

pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo

ni mayor pesadumbre que la vida consciente.



Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,

y el temor de haber sido y un futuro terror...

¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,

y sufrir por la vida y por la sombra y por



lo que no conocemos y apenas sospechamos,

y la carne que tienta con sus frescos racimos,

y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos

y no saber adónde vamos,ni de dónde venimos!...


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PD: la imagen es en alusión a la conocida frase de Pascal: "El hombre es una caña, la más débil de todas, pero una caña que piensa."